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Poco conocida, la astrología tibetana es un método inusual que arroja luz sobre tu personalidad. En este horóscopo, la posibilidad de reencarnación está presente para cada signo y, por tanto, puede informarle sobre su vida pasada. La astrología tibetana está bastante cerca de la astrología hindú, parece bastante compleja cuando no se está familiarizado con ella, pero puede responder con precisión a las cuestiones personales y constituye en cualquier caso una forma de reflexión original e interesante.
La relación entre el hombre y la naturaleza es poderosa en esta astrología que le permitirá conocer mejor sus protecciones, sus símbolos o sus estaciones benéficas. Esta disciplina merece ser más conocida, si la pones a prueba harás descubrimientos y obtendrás respuestas sorprendentes. Se inspira en gran medida en el budismo y más particularmente en el Lamaísmo, una rama específica del budismo. El destino de los hombres está unido a las vidas anteriores y las experiencias vividas. Se compone de 12 signos, establecidos por años.
La Cobra (1893, 1905, 1917, 1929, 1941, 1953, 1965, 1977, 1989, 2001, 2013, 2025) es un seductor. Dotado de un gran magnetismo, tendrá bastante éxito en el amor. Es un ser sensual. Con él todo será más bello, incluso los objetos más feos. Aporta luz.
El Guardián del Fuego (1894, 1906, 1918, 1930, 1942, 1954, 1966, 1978, 1990, 2002, 2014, 2026) es protector. Sabrá socorrer a las almas errantes. El Guardián de Fuego aporta calidez. Ayuda a superar los traumas psicológicos, a sacarlos a la luz.
La fuente de Agua Cristalina (1895, 1907, 1919, 1931, 1943, 1955, 1967, 1979, 1991, 2003, 2015, 2027) purifica. Hay que sumergirse en ella para purificarse. Fiel en el amor, es un signo sereno, tranquilo, que ofrece mucha ternura y afecto a su entorno.
La Estela de Jade (1896, 1908, 1920, 1932, 1944, 1956, 1968, 1980, 1992, 2004, 2016, 2028) es insaciable. Es un signo reservado, cuesta comprenderle. Él convierte el soplo original en verbo. De él procede el lenguaje y el silencio meditativos.
El Gong de Metal (1897, 1909, 1921, 1933, 1945, 1957, 1969, 1981, 1993, 2005, 2017, 2029) es capaz de cuestionarse a sí mismo. Inmerso en sus pensamientos, avanza a su ritmo. A través de la superación de los obstáculos encuentra la felicidad.
La Tortuga del Lago (1898, 1910, 1922, 1934, 1946, 1958, 1970, 1982, 1994, 2006, 2018, 2030) es el signo de la honestidad. Son seres sinceros, incapaces de mentir. A veces necesitan que les sacudan para seguir avanzando.
El Brazalete de Cobre (1899, 1911, 1923, 1935, 1947, 1959, 1971, 1983, 1995, 2007, 2019, 2031) está en busca de una relación sexual llena de afecto con el otro. Necesitan los placeres carnales para sentirse bien.
El Búfalo Negro (1900, 1912, 1924, 1936, 1948, 1960, 1972, 1984, 1996, 2008, 2020, 2032) es un echado para adelante. No se anda con rodeos y va a donde su corazón le indica. Está fascinado por la Cobra pero al mismo tiempo no puede impedir odiarla. Así pues, puede provocar conflictos que, a pesar de todo, habrá que superar.
La Luna Naciente (1901, 1913, 1925, 1937, 1949, 1961, 1973, 1985, 1997, 2009, 2021, 2033) vive en la ensoñación. Dulces y poetas, los nativos de este signo son románticos. A menudo pasivos, se dejan dominar por sus emociones.
El Sol Exaltado (1902, 1914, 1926, 1938, 1950, 1962, 1974, 1986, 1998, 2010, 2022, 2034) está lleno de energía. Es humilde y no muestra sus talentos. De una fidelidad extrema, es un compañero que ayuda a construir una relación y ascender hacia lo alto.
Monje acompañado por un mono (1903, 1915, 1927, 1939, 1951, 1963, 1975, 1987, 1999, 2011, 2023, 2035) es un signo que posee un cierto despego propio de los sabios, que es consciente que cada fenómeno es invariable y jamás dura. Es un signo que da prueba de compasión, aunque, parezca distante y frío.
La cometa (1904, 1916, 1928, 1940, 1952, 1964, 1976, 1988, 2000, 2012, 2036) es exquisito, su encanto cautiva. Su sensibilidad le hace sufrir de vez en cuando. Es capaz de seducir fácilmente y sabe refugiarse en sus sueños cuando todo va mal.