En el 2021, el mundo ha dejado de girar. Un verdadero escenario de ciencia ficción y fricción, pero uno espera un final feliz. La unanimidad de los seres humanos sólo se logrará rezando para que vengan días mejores o tomando nuestro destino en nuestras manos ahora. La segunda solución parece honrar nuestra especificidad como seres conscientes y nos devuelve (al menos un poco) las riendas.
Si en el 2022 persiste la amenaza viral, Júpiter parece querer asegurar un relevo en la dirección correcta. Pero sólo si no caemos en ninguna trampa ni cedemos a las pérfidas sirenas que se escuchan en la época de las elecciones presidenciales. Sin embargo, es entre febrero y mayo cuando podría jugarse nuestro destino y el giro que tomará.

Tres aspectos importantes con Júpiter como fuerza motriz marcarán la sesión. La primera tendrá lugar en febrero (el día 18 para ser exactos) y parece sugerir que se abre un nuevo camino, cambiando el juego. El segundo dominará el mes de abril, ¡aunque sólo será exacto el día 12! Todo parece posible: ¡lo mejor y lo peor! La aparición de una corriente de pensamiento creativa y de un líder que parezca capaz de elevar los debates o el riesgo de correr en la niebla y dar crédito a la fantasía de un salvador. El 3 de mayo, Júpiter sopla un viento bastante boyante que habla de reconstrucción o incluso de metamorfosis. ¿Una nota de esperanza y de que tomaremos las decisiones correctas?

Después de esta fecha, la suerte estará echada.
¡Esperemos que en el 2022 Júpiter sea el paladín de la unión, la solidaridad, la benevolencia y sobre todo... de la libertad, ya que este valor inscrito en el frontón de nuestras instituciones sigue siendo la principal garantía esencial e inalienable de nuestra dignidad humana!

Recemos, pues, para que el juego se torne a nuestro favor, es decir, para que termine con una nota alta y no con una nota baja, porque la única canción que todo el mundo querría escuchar y que es digna de nosotros sigue siendo la que eleva el alma y exalta los valores del amor y la solidaridad.


El clima - el medio ambiente:
Nuestro planeta seguirá sufriendo en 2022 los choques sufridos en 2021. Saturno y Urano seguirán batallando en 2022, pero en menor medida que el año pasado, ya que en ningún momento la justa bélica entre estos dos colosos del zodiaco será exactamente igual.

Sin embargo, en 2022
Este telón de fondo, siempre sensible y generador de explosiones residuales, seguirá provocando ciertas catástrofes (terremotos, erupciones volcánicas, desprendimientos de tierra, etc.) susceptibles de traer más dolor a las poblaciones que ya han sufrido tanto.
También hay que tener cuidado con las inundaciones y las propagaciones (virales) de todo tipo en la primavera, cuando la conjunción entre Júpiter y Neptuno puede generar tanto lo mejor (conciencia ecológica, grandes movimientos federativos en este sentido) como lo peor. Teniendo Júpiter el poder de aumentar todo lo que toca (y en el estado Neptuno dios de los mares y océanos), ¡cuidado entonces con las olas de sumersión, el deshielo acelerado de los polos y otros diluvios devastadores!

Para entender en 2022

El planeta azul está viendo el rojo y ya no soportará necesariamente a los saqueadores, explotadores y malos ciudadanos que somos. La mejor prueba de amor que podría darnos próximamente es la de trastornar nuestros puntos de referencia, expulsarnos sin piedad de nuestras pequeñas zonas de confort (que algunos siguen creyendo inalienables) y enfrentarnos a nuestras responsabilidades mal asumidas como inquilinos temporales de la Tierra.

A emprender en 2022
Volver sagrado sin más demora nuestro magnífico santuario antes de que se convierta pronto e irremediablemente en un barco fantasma.
Somos absolutamente capaces de hacerlo, así que sin más demora, apresurémonos a honrar y preservar lo vivo en todas sus formas.

Planetas :
Desde 2008, Plutón evoluciona en el signo de Capricornio y no lo abandonará definitivamente hasta el 19 de noviembre de 2024. Todavía no hemos terminado con el lento proceso de descomposición y recomposición al que nos somete este planeta. Desprograma para reprogramar, pero rara vez lo hace sin problemas. En Capricornio son nuestras estructuras profundas (individuales o colectivas) las que se ven atacadas. Plutón pone el dedo donde duele y sobre todo donde ya no funciona. ¿El resultado? Nuestras creencias más arraigadas se hunden, nuestras sociedades que parecían garantizar nuestra seguridad se desmoronan y se nos convoca a volver a lo básico. No más despreocupación, no más descuido, no más inconsciencia. Plutón prepara su llegada a Acuario (primeros pasos sigilosos en 2023) donde todo cambia. Ya no se trata de retroceder, sino de crear un Nuevo Mundo, o incluso de abrirse a otros universos. Para continuar...

Neptuno en Piscis debería contribuir en 2022 a plantear los debates. En un sextil ligeramente amplio a Plutón, el planeta favorece la expansión de la conciencia y en colaboración con el señor de las metamorfosis predica a favor de una espiritualización de la materia y de nuestras aspiraciones. Si esta influencia sólo se percibe sutilmente, participa efectivamente en este avance, en este nacimiento de un nuevo mundo previsto durante la entrada de Plutón en Acuario.

Urano en Tauro ha actuado en 2021 y debería continuar, en menor medida, pero todavía en 2022 para mantenernos alerta. El planeta rebelde está sacudiendo el orden establecido y la sed de seguridad de este signo pacífico, que sólo se conmueve cuando se agita un trapo rojo ante sus ojos. ¡Si la tensísima cuadratura (entre Urano y Saturno) que puso nuestro mundo patas arriba en 2021 ha jugado este papel, apostemos a que su influencia disruptiva seguirá haciéndose sentir y blandiendo sus amenazas (virales o autoritarias) al menos hasta enero de 2022 y de nuevo entre agosto y noviembre de 2022!

Pero, contemos con que Urano sacará de la niebla, la confusión, el desorden y el viento de locura que sopla sobre nuestras cabezas algunos hallazgos, soluciones y descubrimientos ingeniosos susceptibles de sacarnos del estancamiento (en febrero). Un pequeño soplo de aire fresco y entusiasmo que no nos vendrá mal.

Saturno no abandonará el signo de Acuario hasta marzo de 2023. Si habitualmente, el planeta severo genera orden, nos ayuda a construir y favorece los actos responsables en este signo donde evoluciona en domicilio, se ha enfrentado en 2021 a un adversario mayor (Urano) que lo ha bloqueado un poco. ¿El resultado? Al no poder expresarse a sus anchas, se ha puesto en guardia y como la flexibilidad no es uno de sus atributos, se ha alzado para afrontar y resistir el asalto de Urano que no quiere doblegarse, obedecer leyes y mandatos que le amordacen. De ahí una lucha sin cuartel entre los dos planetas que seguirán mirándose en 2022. ¿Qué podemos esperar? Que la lucha sea menos frontal, la carga menos viral y las medidas adoptadas menos liberticidas.

Júpiter, que evolucionará hasta el 10 de mayo en Piscis, volverá sobre sus pasos y ocupará de nuevo el tercer decanato del signo entre el 28 de octubre y el 20 de diciembre de 2022. Creador de oportunidades por naturaleza, el gigante del zodiaco aspectará a su vez a Urano (sextil exacto el 18 de febrero), Neptuno (12 de abril) y Plutón (3 de mayo). ¿Qué podemos esperar entonces? En primer lugar, el coqueteo con Urano (en febrero) traerá consigo novedad, apertura y felices sorpresas. Hablamos de descubrimientos de todo tipo (científicos entre otros), de ampliar nuestros puntos de vista y de abrir fronteras (sean las que sean). La conjunción exacta que se producirá el 12 de abril entre Júpiter y Neptuno parece más compleja de descifrar. Los dos maestros de Piscis deberían entonces unirse para lo mejor y, con suerte, olvidar lo peor.

Entre la exaltación de los ideales, nuevos conceptos inspirados y unificadores, una figura emblemática que emerge y parece cristalizar la esperanza del pueblo, el aspecto formado por estos dos planetas podría federar más allá de las diferencias. ¿El mayor riesgo? El de hipotecar nuestra lucidez en nombre de un credo que queda por verificar, de precipitarnos en la niebla, de caer en la confusión. El último aspecto exacto que formará Júpiter (con Plutón el 3 de mayo) augura un importante cambio de estructura y bien podría acreditar el camino hacia un importante cambio (fin de la quinta república) que se avecina, cavando el surco de una nueva era. Además, Júpiter invade el signo de Aries del 10 de mayo al 28 de octubre.

Como primer signo del zodiaco, Aries es un emprendedor, pero también inicia, quema las etapas, pero lanza nuevos proyectos, hace chispas, pero también puede encender el fuego. Tomará el relevo a partir del 20 de diciembre de 2022, dejando a Júpiter que termine lo que ha empezado y que ponga definitivamente (para el 16 de mayo de 2023) lo que ha empezado en el buen camino. Esperemos que Júpiter en 2022 distribuya los papeles con sabiduría, gobierne a conciencia y renuncie a alimentar todo tipo de excesos.